Coincidencia o imprevisto...

Abrazos que ya no están
Buenos días ya se van
Un Te Quiero al despertar
Son esas cosas que ya se irán.

Fortuna, suerte o imprevisto, cada noche que recuerdo qué pasó.
Delirio, auxilio o tormento, es lo que siento.

Del querer se pueden esperar tantas cosas, se puede esperar lo mismo, se puede esperar silencio, se puede esperar todo menos afecto. 

Abrazos que no volverán.
Manos que no se juntarán.

Alguna vez te has preguntado ¿Quizás la pueda esperar? Alguna vez te has preguntado ¿En verdad la puedo llegar a amar? En qué momento decidiste dejar de un lado tus sueños y tu esfuerzo por pensar en alguien más. En qué momento cambiaste risas por llanto, miradas por distancia, compañía por soledad. En qué momento cambiaste tardes llenas de alegría, cariño y felicidad, por noches de desvelo, pesadillas y silencio.

Del amar se puede recibir tantas cosas...

Sufrir, reír, llorar, saltar... Vivir.

La rara y maldita manía de sentir que quieres estar siempre con alguien, y la más codiciosa coincidencia que te brinda la vida para ilusionarte con algo tan similar pero que al final y como desde un comienzo (siempre sabías) no iba a durar.

Es extraño extrañar.
Es inoportuno volver a recordar.

Cómo hacer que ese alguien, se pegué a ti, se cosa a ti. 
Hacer de tu vida y la suya un puente indestructible. ¿Cómo hacer sentir lo mismo a ese alguien? ¿Como poder recordarte sin lastimarme?
¿Como calentar las manos con hielo? ¿Como alimentar con veneno? ¿Como atar sin cadenas?

Cómo olvidarte.

Es extraño recordarte.
Es inoportuno olvidarte.

¿Coincidencia?

Christian

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