Ojala...
Ojalá la tristeza te devore poco a poco la vida...
Ojalá tus sueños se vuelvan pesadillas...
Ojalá que tus lágrimas sean de sangre.
Ojalá que siempre recuerdes odiarme.
Ojalá que tus miedos no se apaguen y tus demonios nunca desamparen.
Ojalá sufras, ojalá llores,
Ojalá ardas, ojalá te hieran,
Ojalá no duermas, ojalá te duela,
Ojalá no huyas, ojalá no vuelvas... Ojalá.
Para ti con desprecio.
Christian 23/09/2015
Coincidencia o imprevisto...
Abrazos que ya no están
Buenos días ya se van
Un Te Quiero al despertar
Son esas cosas que ya se irán.
Fortuna, suerte o imprevisto, cada noche que recuerdo qué pasó.
Delirio, auxilio o tormento, es lo que siento.
Del querer se pueden esperar tantas cosas, se puede esperar lo mismo, se puede esperar silencio, se puede esperar todo menos afecto.
Abrazos que no volverán.
Manos que no se juntarán.
Alguna vez te has preguntado ¿Quizás la pueda esperar? Alguna vez te has preguntado ¿En verdad la puedo llegar a amar? En qué momento decidiste dejar de un lado tus sueños y tu esfuerzo por pensar en alguien más. En qué momento cambiaste risas por llanto, miradas por distancia, compañía por soledad. En qué momento cambiaste tardes llenas de alegría, cariño y felicidad, por noches de desvelo, pesadillas y silencio.
Del amar se puede recibir tantas cosas...
Sufrir, reír, llorar, saltar... Vivir.
La rara y maldita manía de sentir que quieres estar siempre con alguien, y la más codiciosa coincidencia que te brinda la vida para ilusionarte con algo tan similar pero que al final y como desde un comienzo (siempre sabías) no iba a durar.
Es extraño extrañar.
Es inoportuno volver a recordar.
Cómo hacer que ese alguien, se pegué a ti, se cosa a ti.
Hacer de tu vida y la suya un puente indestructible. ¿Cómo hacer sentir lo mismo a ese alguien? ¿Como poder recordarte sin lastimarme?
¿Como calentar las manos con hielo? ¿Como alimentar con veneno? ¿Como atar sin cadenas?
Cómo olvidarte.
Es extraño recordarte.
Es inoportuno olvidarte.
¿Coincidencia?
Christian
Microcuento...
Emiliano y Sofía se amaban...
Lo eran todo... eran nada.
Emiliano corría y Sofía lo perseguía.
Sofía caminaba y Emiliano sin querer... la acompañaba.
Emiliano la miraba... Sofía lo evitaba.
Cada vez que estaban cerca, algo más que el corazón les palpitaba.
Emiliano un día apresurado por el tiempo y el sentimiento preguntó a su amada:
-¿Qué somos? -Todo -contestaba.
-¿Que seremos? -Nada -...
-¿Que fuimos? -Olvido -Ella callaba.
Sofía quien aún no entendía lo que su corazón le demostraba, cabizbaja y controlada, sus sentimientos a otro regalaba.
Emiliano lloraba... Sofía también lloraba.
Emiliano sabía que la amaría... Sofía sabía que no duraría.
Sofía lo llamaba... Emiliano siempre contestaba
Sofía le pedía... Emiliano volaba y la atendía.
Llena de ira y confusión por la distancia y él perdido... Sofía preguntó acongojada.
-¿Qué somos? -Olvido -Emiliano contestaba
-¿Qué seremos? Todo -Respondía ilusionado.
-¿Qué fuimos? -Nada -Sollozaba
Pasó el tiempo, ya distanciados y apabullados... El tiempo y el destino no juntaron más sus manos.
El reloj y su tic-tac se habían congelado.
Los besos en las noches, los abrazos en silencio,
Los abrázame y los te quiero... Poco a poco la monotonía y lo ajeno los fueron destruyendo.
Un día después de una lluvia intensa en la cofradía de Sofía... Emiliano resignado y destrozado preguntaba.
-¿Qué somos? -Nada -Ella lo miraba
¿Qué seremos? -Olvido
¿Qué fuimos? -...Todo.
Fin
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