Microcuento...


Emiliano y Sofía se amaban...
Lo eran todo... eran nada.
Emiliano corría y Sofía lo perseguía.
Sofía caminaba y Emiliano sin querer... la acompañaba.
Emiliano la miraba... Sofía lo evitaba.

Cada vez que estaban cerca, algo más que el corazón les palpitaba.
Emiliano un día apresurado por el tiempo y el sentimiento preguntó a su amada:

-¿Qué somos? -Todo -contestaba.
-¿Que seremos? -Nada -...
-¿Que fuimos? -Olvido -Ella callaba.

Sofía quien aún no entendía lo que su corazón le demostraba, cabizbaja y controlada, sus sentimientos a otro regalaba.

Emiliano lloraba... Sofía también lloraba.
Emiliano  sabía que la amaría... Sofía sabía que no duraría.
Sofía lo llamaba... Emiliano siempre contestaba
Sofía le pedía... Emiliano volaba y la atendía.

Llena de ira y confusión por la distancia y él perdido... Sofía preguntó acongojada.

-¿Qué somos? -Olvido -Emiliano contestaba
-¿Qué seremos? Todo -Respondía ilusionado.
-¿Qué fuimos? -Nada -Sollozaba

Pasó el tiempo, ya distanciados y apabullados... El tiempo y el destino no juntaron más sus manos.
El reloj y su tic-tac se habían congelado.
Los besos en las noches, los abrazos en silencio,
Los abrázame y los te quiero... Poco a poco la monotonía y lo ajeno los fueron destruyendo.


Un día después de una lluvia intensa en la cofradía de Sofía... Emiliano resignado y destrozado preguntaba.

-¿Qué somos? -Nada -Ella lo miraba
¿Qué seremos? -Olvido
¿Qué fuimos? -...Todo.

Fin